Si sufrés acúfenos, como consecuencia del estrés, la tensión o alguno de los trastornos conocidos como trastornos de la articulación temporomandibular, muchas personas aprietan, de forma inconsciente, los músculos de la mandíbula, provocando que estos se pongan tensos y ocasionándose síntomas como dolor mandibular, dolor de cabeza y oídos, desgaste dental e incluso mareos. Si estás leyendo estás líneas, probablemente tú también sufras molestias en la mandíbula y estés buscando aliviarlas. En ese caso, te vendrá muy bien echar mano de los seis ejercicios para la mandíbula que te recomendamos a continuación nuestro equipo de especialistas en acúfenos en Barcelona.
Índice del artículo
Relajación progresiva de la mandíbula
Aprieta la mandíbula con tanta fuerza como te sea posible durante unos 10 segundos y luego relaja los músculos dejando que se abra la boca. Mantén esta relajación durante unos segundos y, seguidamente, mueve la mandíbula hacia la derecha. Vuelve a dejar que se relaje y realiza el mismo movimiento hacia la izquierda, esperando otra vez a que los músculos se destensen. Por último, vuelve a apretar con toda la fuerza que te sea posible y termina relajando por completo.
Estiramiento de la mandíbula
Con las yemas de los dedos índice y corazón realiza un suave masaje en los músculos de la mandíbula y después abre la boca todo lo que puedas, sin que llegue a dolerte ni causarte molestias. Realiza el estiramiento durante 10 segundos y después relaja la mandíbula. Repite 10 veces. Con este ejercicio, además de estirar los músculos y relajar la mandíbula, conseguirás mejorar la circulación en toda la zona gracias al masaje.
Tirón de orejas
Empleada en osteopatía craneal, el tirón de orejas es una técnica muy útil para conseguir la descompresión del hueso temporal. Para llevarla a cabo es necesario tumbarse en una posición cómoda y colocar los dedos pulgar e índice sobre el lóbulo de la oreja, a modo de pinza. El movimiento es sencillo: solo hay que estirar muy suavemente en dirección a los pies y parar y mantener la tracción cuando se note una resistencia.
Estiramiento del músculo esternocleidomastoideo
Mirando hacia el frente y con la cabeza levantada y los hombros quietos, rota la barbilla hacia el hombro sin dejar que esta descienda. Repite la operación llevando la barbilla hacia el otro hombro.
Seguidamente, realiza este otro movimiento: mira hacia arriba como si intentaras apuntar hacia el techo con la barbilla mientras tus hombros y manos permanecen relajados a los lados. Mantén la boca cerrada cuando realices este estiramiento.
Estiramientos cervicales
Lleva la oreja hacia un hombro y mantén la tensión durante aproximadamente 30 segundos. Hazlo, eso sí, de forma suave. Repite el mismo movimiento acercando la otra oreja hacia tu otro hombro, y vuelve a mantener la tensión durante medio minuto. Lo ideal es combinar este estiramiento con ejercicios de respiración profunda, de forma que puedas conseguir una relajación total de los tejidos.
Ejercicios de relajación
Durante un minuto, trata de centrarte solo en tu respiración. Para ello, túmbate en una posición cómoda, con todo tu cuerpo relajado. Cierra los ojos y concéntrate en la respiración en sus dos fases: la de inspiración y la de espiración. Mientras lo haces, deja que los pensamientos que te sobrevienen se marchen, obligándote a mantener la concentración en la respiración. Este ejercicio te ayudará a reducir la ansiedad y el estrés y, como consecuencia, a relajar todo tu cuerpo, incluidos los músculos de la mandíbula.
Practicando estos ejercicios para la mandíbula a diario podrás aliviar la tensión de los músculos y gestionar mejor el estrés. No obstante, si notas que los síntomas persisten, lo recomendable es que acudas a un profesional que pueda evaluar las causas de las molestias.
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