destaponar los oídos

¿Qué hacer ante los cambios de presión?

Los oídos son una parte fundamental del cuerpo. Por ello, cuando hay cualquier tipo de problema en ellos, la molestia y el malestar son bastante notables. Los dolores de oído son uno de los más intensos, y además provocan otra serie de dolencias debido a la función que tiene esta parte del cuerpo.

Por ello, en este post se va a hablar acerca de los cambios de presión, una de las principales causas que pueden provocar dolor, molestia e incluso malestar en los oídos. Aunque normalmente puede que solo se experimente una ligera molestia, puede llegar a generar dolor, desde leve hasta agudo.

¿Por qué los cambios de presión generan molestias en los oídos? La respuesta es sencilla, y es debido al bloqueo que produce en las trompas de Eustaquio el cambio de presión súbito. Estas trompas son la parte encargada de conectar el oído medio con la garganta, y a través de ella el oído drena el líquido. Por ello, al bloquearse, produce esa incómoda sensación de peso y presión en los oídos.

Algunas de las actividades que pueden provocar que se taponen los oídos son el buceo, el ascenso en un avión, la subida o bajada hacia o desde una montaña…

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    Recomendaciones para destaponar los oídos sin causar daños

    Los cambios de presión hacen que instintivamente se comience a llevar a cabo una serie de movimientos y prácticas que pueden dañar nuestro sistema auditivo. Así pues, no está de más conocer qué prácticas son las más adecuadas para destaponar los oídos pero sin riesgo de empeorar la situación y dañar el oído.

    Una de las formas más sencillas es bostezar. Al bostezar, inhalamos aire por la boca y lo mantenemos dentro por algunos segundos. Esto hace que al tener la boca abierta aguantando el aire, la presión del oído se regule y se destaponen los oídos. Puede que este método no surta efecto la primera vez que se haga, no obstante, hay que repetirlo hasta escuchar un sonido ligero o chasquido; o bien hasta que se comience a escuchar mejor.

    Masticar chicle también es uno de los métodos más conocidos y seguros. Al masticar, nuestra dentadura ejerce cierta presión que puede regular la presión del oído evitando que aumente y haciendo que vuelva a su estado correcto. Otra opción es la de beber un vaso de agua grande. Esto obligará a aguantar la respiración durante unos segundos mientras la garganta se contrae para tragar el líquido. Así, la presión volverá a ser la correcta.

    Un método muy conocido es la maniobra de Valsalva. Esta maniobra consiste en taparse las fosas nasales y la nariz y de forma suave hacer el intento de inhalar y exhalar. Así se ejercerá una presión que puede disminuir la presión del oído destaponándolo.

    Otra posibilidad es la de aplicar una toalla caliente en el oído taponado. Para ello solo hay que tener una botella de agua caliente y envolverla con una toalla fina. Tras esto, se coloca la botella sobre el oído afectado durante diez minutos. El calor aliviará el dolor y favorecerá la disminución de la presión.

    Hacer gárgaras también es una forma sencilla y segura de acabar con los oídos taponados. Se debe mezclar una cucharadita de sal en un vaso de agua tibia. Una vez que la sal se haya disuelto, hay que hacer gárgaras durante unos segundos. Esto favorecerá que las Trompas de Eustaquio regulen la presión por la parte de la garganta.

    Por último, hay que recordar que golpear la cabeza en el lado donde tenemos el oído taponado no es beneficioso y puede causar daños. Si la molestia no remite, lo ideal es contactar con un profesional para que haga un análisis más exhaustivo. 

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    Dr. Martinez-Monche
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