El vértigo puede ser de origen periférico o central. El primero, el vértigo periférico, se produce por causas que no se relacionan directamente con el tronco encefálico o el cerebelo. Estos, situados en la parte anterior del cerebro, reciben la información que envían los ojos o el oído y que aportan los datos necesarios para generar el equilibrio. Cuando uno de estos sentidos o los nervios transmisores fallan, se producen falsas sensaciones de movimiento o ingravidez. Sin embargo, si el problema se genera el mismo tronco o el cerebelo, se habla de vértigo central. Desde Ototech, expertos en vértigos en Barcelona, te hablamos sobre ello.
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Síntomas del vértigo central
Cuando se sufre vértigo central, el síntoma más evidente es la sensación de que todo alrededor se mueve. Puede que se tenga la percepción de que se mueve el suelo o de que la habitación está dando vueltas. También se tiene la impresión de que el suelo desaparece a medida que se camina. Pero esto hay algunos más.
Al tratarse de problemas neuronales, existe la posibilidad de que quien sufre este tipo de vértigos tenga otros síntomas, como dificultades para tragar, pérdida de agudeza visual, sensación de adormecimiento facial o debilidad, entre otros.
Causas del vértigo central
El vértigo central se genera cuando el tronco o el cerebelo no reciben la información correcta. En este caso no se trata de un fallo en los receptores o trasmisores, sino del mismo tronco o cerebelo. Es decir, se debe a un problema derivado de falta de flujo sanguíneo, traumatismo o un funcionamiento deficiente. Estas podrían ser algunas causas habituales:
- Enfermedad cardiovascular. La mala circulación podría afectar negativamente al funcionamiento del cerebelo. Haber sufrido un infarto, la presión arterial alta, la falta puntual del oxígeno o una circulación deficiente por años puede producir este deterioro.
- Accidente cerebrovascular. Relacionado con el motivo anterior, un accidente cerebrovascular podría impedir la llegada de sangre por un tiempo prolongado y dañar tejidos neuronales.
- Migraña vestibular. Este tipo de migrañas pueden estar acompañadas de vértigos. Esta puede producirse por el consumo elevado de alcohol, el cambio de presiones o temperatura, el estrés o los cambios hormonales.
- Embarazo. La alta demanda de sangre que se produce en la gestación podría ralentizar el proceso del cerebelo y causar vértigos. Estos podrían prolongarse por un periodo de semanas o meses, hasta que el organismo se recupere.
- Fármacos. Algunos fármacos podrían afectar a nivel neurológico. Si se sienten vértigos al tomarlos, hay que acudir al médico para que cambie el tratamiento.
- Esclerosis. Es una enfermedad neurodegenerativa que podría interferir en el equilibrio. No solo afecta a los nervios implicados en el movimiento, también lo hacen en otros que se conectan directamente con el sistema vestibular.
- Tumor. La presión de un tumor en el cerebelo o el bulbo raquídeo pueden interrumpir sus funciones, con independencia de si se trata de uno benigno o no. Por supuesto, esta es una opción entre muchas, por lo que uno no debería sacar conclusiones precipitadas hasta la visita a un especialista.
¿Cuánto dura el vértigo?
La duración del vértigo dependerá de la causa que lo provoque, pudiendo durar entre algunos segundos, horas e incluso entre cinco y veinte días, en el peor de los casos.
Según los últimos datos publicados por la Sociedad Española de Medicina interna, el 23% de los pacientes tienen episodios de vértigo durante varias semanas, frente al 52% que los sufre durante 24 horas.
La inestabilidad, el desequilibrio o la sensación de inseguridad al caminar es más prolongada en personas ancianas que en los jóvenes. Esto se debe a la compensación central que es más rápida en personas de más corta edad.
¿Cómo recuperar el equilibrio?
El vértigo a menudo es una enfermedad que no es fácil de diagnosticar, por lo que, ante el más mínimo síntoma, conviene consultar con un médico especialista, para que realice una exploración y aplique un correcto tratamiento.
Entre los más utilizados encontramos ejercicios como la terapia de equilibrio o medicamentos. Sin embargo, los fármacos tan solo ayudan a aliviar los síntomas derivados del vértigo, no funcionan para tratar o curar la enfermedad.
Diagnóstico y tratamiento del vértigo central
Al no tratarse de un problema relacionado con el oído directamente, los vértigos de origen central deben ser diagnosticados por un neurólogo. Este realizará un seguimiento de los síntomas y determinará si es necesario tomar algún medicamento. También es posible que se recomienden sesiones de fisioterapia, dependiendo de las posibilidades.
Si no se determina que exista un problema de vértigo central, será conveniente acudir a un otorrino que analice posibles causas en el oído interno. Tras el análisis, existe la posibilidad de realizar un tratamiento de ondas por radiofrecuencia. En Ototech disponemos de una terapia eficaz para la recuperación de los daños en el oído. Consúltanos y te daremos más información.
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