Seguro que piensas que solo el ruido alto puede dañar tus oídos. Es cierto que este tipo de sonidos es muy perjudicial, pero hay otros que también pueden serlo. Nos referimos a los sonidos que no se oyen, todos estamos expuestos a ellos y pueden ocasionar diferentes problemas relacionados con la salud. En las siguientes líneas queremos hablarte más de este tema tan desconocido para muchos.
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¿Qué son los sonidos que no se oyen?
Los sonidos de baja frecuencia son producidos tanto por objetos como por animales y su característica principal es que viajan a mayor velocidad que otros. Hay veces que el oído humano es capaz de percibirlos, pero otras veces son totalmente inaudibles.
Como decíamos este tipo de sonidos son muy frecuentes en el mundo animal y se utilizan para comunicarse entre algunas especies. Por ejemplo, las ballenas jorobadas emplean estos sonidos, como sabes, pueden recorrer una gran distancia sin que sean interrumpidos por objetos que encuentran en su camino, en este caso rocas o corales.
Como sucede muchas veces, la tecnología se ha inspirado en el mundo animal y utiliza este tipo de sonidos de baja frecuencia. El motivo es evidente: su eficacia es mayor, ya que pueden recorrer distancias más grandes a una gran velocidad.
¿Qué sonidos percibe el oído humano?
Hay que tener en cuenta que un oído sano humano puede percibir sonidos de entre 16 y 20.000 Hz. Todos aquellos sonidos que se sitúan por debajo de este umbral se denominan de baja frecuencia o infrasónicos. Cuanto más baja es esa frecuencia, más alto tendrá que ser el volumen del sonido para que el ser humano pueda captarlo.
Por ejemplo, para percibir un sonido de 100 Hz se necesita un volumen de 23 decibelios. Sin embargo, para poder escuchar 4 Hz hace falta un volumen de 120 decibelios. Esto qué significa, que en ocasiones puedes estar expuesto a sonidos muy altos de baja frecuencia sin oírlos. ¿Qué ocurre cuando esto sucede? Que los sonidos de más de 85 decibelios son capaces de dañar la audición y causar una pérdida auditiva considerable. Por eso, ese tipo de ruidos son los que causan daños, aunque no seas capaz de escucharlos.
¿Qué tipo de daños provocan los sonidos que no se oyen?
Debes tener en cuenta que estos ruidos de baja frecuencia pueden afectar a tu salud. Estos son algunos de los problemas que puede conllevar tu exposición a sonidos infrasónicos:
- Tinnitus o acúfenos
- Dolores de cabeza
- Náuseas
- Nerviosismo
- Pérdida de audición
- Fatiga
- Insomnio.
¿Por qué provoca estos síntomas el sonido de baja frecuencia? La respuesta es sencilla: las propias frecuencias del cuerpo humano se mueven entre 1 y 6 Hz, por lo que cuando se somete a frecuencias similares, el cuerpo se puede desequilibrar fácilmente.
¿Cómo se producen los sonidos que no se oyen?
Ya hemos comentado que algunos animales son capaces de emitir estos ruidos infrasónicos. No obstante, también tienen otros orígenes. Por ejemplo, las corrientes de aire, algunos aparatos y ciertos vehículos.
De hecho, las personas que trabajan en la industria, que conducen vehículos pesados o quienes desarrollan su labor en oficinas con sistemas de ventilación pueden exponerse a estos sonidos infrasónicos sin saberlo.
Si en tu trabajo puedes utilizar protectores de oídos especiales que absorben sonidos de baja frecuencia y así proteger tu sistema auditivo, hazlo. También resulta útil, como es lógico, mantenerse lo más alejado que sea posible de ese tipo de sonidos
En estos casos y sea cual sea tu trabajo, es muy importante que revises tu salud auditiva de forma periódica. Debes acudir al otorrino al menos una vez al año, antes si detectas cualquier tipo de problema.
Ahora ya conoces que existen sonidos que no se oyen, pero que pueden perjudicar tu salud. Si tienes cualquier duda, el doctor Gonzalo Martínez-Monche está a tu disposición para tratar tu caso de forma personalizada en el centro especializado en acúfenos en Barcelona. Contáctanos sin compromiso.
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