España es el segundo país del mundo con más ruido, según datos de la Organización Mundial de la Salud. El ruido constante constituye un problema de salud, pues deteriora el sistema auditivo y afecta al sistema nervioso central. Es importante señalar que la gravedad de los efectos del ruido no depende solo de su intensidad, sino que también influye mucho su duración. Como por ejemplo, si la exposición a un ruido fuerte (por encima de los 80 decibelios) se produce de forma prolongada, como el que emite una perforadora eléctrica en una jornada de trabajo, puede desencadenar una pérdida total de la audición. Así pues, será esa constancia en la emisión del ruido lo que determinará los efectos nocivos para nuestro oído.
Una exposición prolongada al ruido aumenta las probabilidades de padecer tinnitus (acúfenos), aunque no se experimente una pérdida de audición total. Los acúfenos son el principal síntoma de que el ruido está dañando severamente nuestro oído interno.
Sin embargo, aunque identificamos el exceso de ruido en determinadas profesiones que utilizan el empleo de maquinaria y suponen una exposición a un nivel alto de ruidos constantes, existen otras circunstancias que pueden ser causa de la aparición de acúfenos. Por ejemplo, escuchar música a un volumen muy alto (la Organización Mundial de la Salud recomienda no superar los 55 decibelios durante el día) o la existencia de ruido ambiental en determinados lugares públicos como cafeterías o restaurantes, asistir a conciertos con un nivel muy alto de decibelios o pasar mucho tiempo en el interior de una discoteca con un nivel de ruido elevado e incluso asistir a clases en el gimnasio en las que el volumen es excesivo, suelen ser los factores de riesgo que más pueden propiciar la aparición de un acúfeno.
La causa más frecuente de pérdida de audición y de otras patologías que menoscaban nuestras facultades auditivas es, por tanto, la exposición al ruido. De hecho, es considerada la enfermedad profesional más común en Europa, constituyendo un tercio de las enfermedades de origen laboral, incluso por encima de las enfermedades cutáneas y del sistema respiratorio. La pérdida de audición puede deberse a una exposición prolongada al ruido en el entorno de trabajo o a malos hábitos auditivos en el tiempo de ocio. Sin embargo, una exposición breve a ruidos de impulsos como los que se producen por armas de fuego, remaches, pistolas de clavos o algún instrumento laboral determinado, pueden tener también efectos permanentes, entre los que se encuentran la sordera irreversible y el tinnitus continuo.
¿Cómo convivir con tinnitus (acúfenos)?
Lo más importante es determinar qué está causando esos ruidos o zumbidos. En los casos en los que los acúfenos no desaparecen o incluso empeoran, existen determinados tratamientos que pueden solucionarlo. Uno de los más innovadores y con resultados más positivos, es la terapia de de OTOTECH, que consiste en aplicar en la zona mastoidea (parte posterior de la oreja) una corriente eléctrica de baja intensidad. Con ello se consigue un estímulo metabólico que regenera los tejidos afectados y, por tanto, una mejora de la sintomatología o la curación completa del paciente. De esta forma, recuperarás tu calidad de vida y evitarás la pérdida definitiva de la audición. No dudes en solicitar una primera visita en cualquiera de nuestros centros.
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