Los acúfenos desencadenan una respuesta de rechazo que termina afectando a la calidad de vida del paciente y le impide concentrarse en sus actividades cotidianas o incluso conciliar el sueño y descansar.
Los acúfenos son mucho más que un síntoma auditivo. Actualmente, en España ya son más de 3,5 millones de personas las que padecen esta disfunción del oído interno.
La mayor parte de este segmento de la población experimenta un deterioro severo en su calidad de vida. Concretamente, más del 50% de los pacientes sufren falta de concentración, dificultades para conciliar el sueño y ansiedad, según una encuesta realizada por el Centro Terapéutico de Audición OTOTECH a cerca de 200 pacientes.
“Hoy, con motivo del Día Internacional de la Audición, debemos tomar conciencia de la importancia de nuestra salud auditiva. En el caso de los acúfenos, frente a su aparición, por leve que sea, es importante acudir al especialista para prevenir y evitar su empeoramiento. En caso de no diagnosticarse correctamente o de no tratarse de inmediato, los acúfenos pueden volverse permanentes.”, explica el Dr. Martínez-Monche, otorrinolaringólogo y director médico de OTOTECH.
Uno de los mayores temores de las personas que padecen esta dolencia es que sus problemas auditivos se acentúen con el tiempo o que no lleguen a desaparecer nunca.
Esta alteración del sistema nervioso provoca que una persona perciba sonidos sin que exista un estímulo externo que los provoque. Cuando esta sensación se vuelve regular, puede conllevar graves repercusiones psicológicas y mentales.
“El principal problema de los acúfenos en el terreno psicológico se halla en la obsesión de no querer concentrarse en los ruidos. Dicha obsesión provoca una desesperación que puede desembocar en trastornos psicológicos más complejos y severos como la depresión y la ansiedad”, comenta la psicóloga Marta García-Lomas, especialista en acúfenos del Centro Auditivo CAAB de Pozuelo de Alarcón (Madrid).
En la mayoría de los casos estos problemas se deben en gran parte a la percepción que tiene el paciente del sonido y no tanto a la intensidad propia del acúfeno. “Cada persona lo vive de una forma distinta. A pesar de que un paciente tenga un acúfeno leve, puede que le esté afectando de forma significativa”, añade la especialista. Esto genera un fenómeno causa-efecto en el que los problemas psicológicos agravan la tolerancia del acúfeno, y con ello acentúan la percepción del mismo.
Una solución terapéutica efectiva
Hasta la fecha han existido distintas alternativas para el tratamiento de los acúfenos, desde soluciones farmacológicas hasta quirúrgicas, pasando por otras opciones tales como: terapias acústicas, hipnosis, acupuntura, supresión eléctrica, etc.
“A diferencia de estas terapias, la Transmastoidea consigue rehabilitar las células del oído que se encuentran dañadas y que son las que producen el acúfeno, haciendo que éstas recuperen su función y morfología original y vuelvan a trabajar correctamente”, explica el Dr. Martínez-Monche.
La avanzada técnica, desarrollada por OTOTECH, ha logrado un 61% de curación o notables mejoras de los acúfenos y de otros trastornos auditivos, como la pérdida auditiva (hipoacusia) y la inestabilidad (vértigos). Además, “es una terapia indolora, no es invasiva, no presenta ningún efecto secundario y tampoco requiere medicación complementaria”, afirma el Dr. Martínez-Monche. “Esto significa que recuperar la calidad de vida es posible”, concluye.
Fuente: Infosalus.com
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