¿Terminan las vacaciones? Debemos tener cuidado, el regreso al trabajo es un periodo especialmente vulnerable, especialmente porque comienza nuevamente los casos de estrés.
Existe una relación directa entre estrés y acúfenos, ya que el estrés produce una tensión física y psicológica que deriva en problemas psicosomáticos. Es decir, molestias que muestran la vinculación cuerpo y mente.
El círculo entre estrés y acúfenos se retroalimenta, pues mientras que la presión laboral contribuye a este trastorno, a su vez, sus síntomas producen ansiedad.
Causas de los acúfenos RELACIONADAS CON EL ESTRÉS
Si realizamos nuestro trabajo en un entorno de alta contaminación acústica, entonces, estos ruidos también pueden producirnos este padecimiento. Algo que ocurre de forma relativamente frecuente en fábricas o en un entorno laboral altamente ruidoso.
Estos ruidos muestran el malestar de un sonido fantasma ante el que conviene descartar posibles causas específicas. Por ejemplo, la pérdida de audición, una infección de oído o una lesión interna.
El zumbido molesto de este trastorno puede afectar la concentración, máxime si sufrimos de ansiedad, alguna dificultad para el descanso (los pacientes que lo padecen siempre perciben con mayor intensidad los sonidos por la noche) y tristeza continua. La percepción de acúfenos que puede afectarnos a uno o ambos oídos es similar a la experiencia de tener los oídos taponados por el agua y la intensidad del sonido puede variar de un momento a otro sin una causa aparente.
Existen algunos hábitos negativos que pueden producir este padecimiento.
- La tendencia de descuidar la alimentación, ante la prisa de priorizar lo urgente del trabajo. Una alimentación sana es una medicina natural para el cuerpo, y para la salud auditiva en particular.
- La contaminación acústica de algunas ciudades y el estrés de los atascos de tráfico también pueden producirnos molestias y son causas indirectas de los acúfenos. Las personas que sufren estrés de un modo habitual son más vulnerables de sufrir este malestar.
Por esta razón, para reducirlos se debe tratar la causa. ¿Y qué relación existe entre el estrés y la salud auditiva? Este estado de ánimo produce una tensión muscular facial, especialmente localizada en la zona del oído.
- El consumo de tabaco afecta de forma directa, y, si somos fumadores, cuando hay más estrés fumamos más. Por esta razón, entre los numerosos beneficios que produce dejar de una vez por todas ese mal hábito se encuentra una mejor salud auditiva.
- El exceso de cera en el oído. Por esta razón, es recomendable ir al médico de forma regular para eliminar este cerumen que produce un efecto de taponamiento. También, practicar ejercicio físico para liberar la energía negativa que producen las preocupaciones. Además, el deporte es el mejor remedio para dormir bien.
- Durante el momento del descanso con los compañeros de trabajo es recomendable no caer en la inercia de tomar café, ya que el cuidado de la dieta también es fundamental para prevenir el estrés.
- Es recomendable hacer pequeños descansos durante la jornada laboral para desconectar cuerpo y mente de la ocupación cotidiana. Por medio de los ejercicios de relajación, el paciente puede cambiar su percepción subjetiva de los sonidos internos al centrarse en su propia respiración. Es positivo realizar un mínimo de un ejercicio diario.
Por tanto, estos sencillos consejos son útiles para prevenir los acúfenos y aumentar el bienestar.
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