Cuando en una manifestación la situación se va de las manos, las fuerzas de seguridad suelen intervenir. Cuentan con diferentes opciones para controlar lo que está ocurriendo, sin embargo, algunas de las herramientas que emplean ciertos gobiernos no están exentas de una gran polémica. Desde Ototech, expertos en acúfenos en Barcelona, nos centraremos en una de ellas, nos referimos a los disuasivos acústicos.
¿Qué son los disuasivos acústicos?
Los disuasivos acústicos de largo alcance son un arma acústica, que aunque no está diseñada para matar, sí puede provocar graves daños a quienes están a su alcance y también producir un dolor considerable.
Se utiliza un dispositivo que emite un ruido molesto, que puede superar los 100 decibelios o incluso llegar a los 150 decibelios. El sonido que emite puede causar un gran dolor en ellos oídos y paraliza a quien lo escucha. De hecho, estos ruidos agudos y estridentes se utilizan para que la persona que los recibe no pueda hacer nada más que tratar de evitarlos.
Algunos gobiernos están haciéndose con este tipo de armas para utilizarlas en las manifestaciones numerosas o cuando en estas se producen todo tipo de altercados. El objetivo es conseguir que los manifestantes abandonen la concentración para protegerse del ruido.
Aunque provoca un daño muy grande, en realidad el dispositivo que se utiliza no tiene una gran envergadura. Mide unos 80 centímetros y pesa casi 30 kilos. Su funcionamiento es bastante sencillo, ya que lo que hace es emitir un rayo de sonido que se dirige a su objetivo. Su diseño lleva a que la persona que lo utiliza salga indemne y no perciba el ruido.
¿Qué consecuencias tiene la utilización de los disuasivos acústicos?
La OMS, la Organización Mundial de la Salud, muestra que cuando alguien se expone más de 15 minutos a ruidos superiores a los 100 decibelios, puede ver dañada su salud auditiva.
Muchos profesionales relacionados con la audición han advertido a los gobiernos que ya utilizan este tipo de armas y a los que están pensando en adquirirlas del peligro que su uso puede conllevar. Buscan que se echen atrás en sus intenciones y que se dejen de utilizar estos aparatos tan dañinos.
Para muchos especialistas en audición, exponerse aunque sea poco tiempo al ruido de gran intensidad puede provocar daños permanentes en la audición. ¿Qué tipo de daños? Por ejemplo, la muerte de las células ciliadas, la degeneración de las fibras nerviosas o incluso la perforación de la membrana del tímpano. Como ya hemos comentado, la pérdida auditiva está casi garantizada. Aunque también pueden aparecer otras consecuencias, como los acúfenos, la falta de equilibrio o los vértigos.
¿Qué es el trauma acústico que pueden provocar los disuasivos acústicos?
Queremos centrarnos un poco más en las consecuencias del uso de las armas que estamos mencionando. Cuando el oído se expone a un ruido superior a los 100 decibelios, se puede producir un trauma acústico.
Es necesario valorar que este tipo de traumas es la causa más frecuente de la hipoacusia sensorial, que engloba tanto la pérdida de audición sensorial como el daño neural del nervio auditivo.
Los traumas acústicos dañan el sistema de transmisión de las vibraciones, algo que causa pérdida de audición, aunque lo habitual es que los pacientes que se han expuesto a este tipo de sonidos sufran acúfenos. Las secuelas de los disuasivos acústicos pueden ser también cefaleas, mareos o vértigos. Incluso algunos pacientes presentan secuelas a nivel emocional.
Está claro que los disuasivos acústicos pueden provocar un gran daño, por eso, los responsables de su uso tendrían que valorar otras herramientas para contener a los participantes en una manifestación si se producen incidentes.
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