Los acúfenos y el deporte pueden resultar incompatibles en algunas ocasiones, pero lo cierto es que algunas personas que padecen zumbidos sienten un cierto alivio con la práctica de unos deportes determinados.
El origen de los acúfenos puede ser complejo y agravarse debido a otras condiciones como, por ejemplo, el estrés o la ansiedad. Pero estos molestos zumbidos también se pueden producir por una exposición frecuente a sonidos de alta intensidad, a cambios bruscos de presión y por problemas de colesterol o hipertensión.
¿Se puede practicar deporte cuando se tienen acúfenos?
La práctica de una actividad deportiva repercute favorablemente en la desaparición de esos zumbidos en los oídos. Gracias a ella se aumentan las endorfinas y la sensación de bienestar, se descansa mejor, se desintoxica el cuerpo y se activa la circulación favoreciendo la irrigación del sistema auditivo.
El problema no va a desaparecer por caminar, practicar pilates, yoga, taichí, hacer bicicleta estática o gimnasia hipopresiva, pero desde luego lo hará mucho más llevadero y menos molesto.
Acúfenos y deporte no están reñidos siempre que el deporte no sea muy intenso o brusco. Es más recomendable optar por aquellas actividades, como las indicadas anteriormente, para ayudar a favorecer el descenso del estrés y la ansiedad, mientras se mejora el estado anímico.
Además de los efectos beneficiosos mencionados, estas prácticas te ayudarán a ejercitar tu capacidad de concentración, abstracción y por supuesto la de relajación.
Deportes que pueden perjudicar tu salud auditiva
A pesar de que el ejercicio pueda aliviar los síntomas de los acúfenos, hay que saber que no todos los deportes o actividades serán beneficiosos. Incluso en algunos casos la práctica de deportes como el submarinismo, el esquí, el fútbol, el kárate o la escalada pueden agravarlos.
La razón principal por la que la práctica de estos deportes está totalmente desaconsejada es porque sufrirás bruscos cambios de presión.
– Submarinismo
En el caso del submarinismo, el estar mucho tiempo bajo el agua supone un riesgo para el oído por una exposición continuada. La humedad puede provocar otitis. Además, hay que recordar que el oído se abre y cierra con los diferentes cambios de presión, por eso es habitual que los buceadores padezcan barotraumas. En ocasiones puede acompañarse de una sordera moderada y de una secreción.
– Escalada
Los deportes de montaña como el esquí o la escalada también pueden ser perjudiciales en caso de tinnitus. La presión y la altitud atmosférica pueden llegar a provocar pérdida de audición momentánea y taponamiento auditivo. Cuando estás en una elevada altitud, la presión es menor.
Otros deportes que pueden perjudicar tu audición
– Salir a correr, por ejemplo, no se recomienda porque provoca un fuerte impacto que no se desea en el oído. Sin embargo, caminar con un calzado de gran calidad y que pueda realizar una buena amortiguación puede ayudar.
– La natación tampoco es un deporte recomendado, porque al entrar el agua en el oído es posible que se produzcan molestias o alguna infección.
– El paracaidismo provoca un ruido excesivo en los oídos que a largo plazo puede ser muy molesto.
– Los deportes de contacto o los colectivos, como el fútbol, baloncesto, voleibol, balonmano y los similares a ellos, también son contraproducentes.
Para concluir
Si eres una de las personas que, por desgracia, sufre acúfenos ya sabes lo molesto que es. Practicar algún tipo de actividad física recomendada puede ser fundamental para que notes un cierto alivio. Sin embargo, escoger los deportes equivocados como el submarinismo, la escalada o deportes de contacto puede suponer que empeores. Por tanto, escoge siempre actividades que te ayuden a mejorar el estrés y la ansiedad como el yoga, el pilates o el taichí.
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