Los acúfenos tienen el efecto de producir un sonido que realmente no existe, algo que puede resultar muy molesto cuando nos encontramos en un ambiente tranquilo o en ausencia de ruido, como cuando nos vamos a dormir.
Aunque muchas personas creen que los acúfenos o tinnitus se originan simplemente por la exposición a un ruido intenso, lo cierto es que estos pueden generarse por motivos de lo más diverso. Las principales causas de los acúfenos se dividen en óticas y extraóticas, una categorización de esta afección que afecta, aproximadamente, a un 8 % de la población española.
Causas óticas
Las causas óticas de los acúfenos son aquellas que son provocadas de modo directo por un problema propio de nuestro oído y no por factores ajenos a él. Estos problemas propios pueden ser muy variados, yendo desde infecciones comunes que afectan al oído externo hasta las enfermedades que afectan al oído medio, como una otoesclerosis o al oído interno, como las cortipatías.
Ejemplos de causas óticas
- Tapones de cera: un problema de lo más común que afecta a nuestro oído externo y que consiste en la acumulación excesiva de cerumen.
- Tapones epidérmicos: como los de cera, afectan a nuestro conducto auditivo externo mediante el bloqueo del mismo, pero son más oscuros y están formados por la descamación epitelial. Es decir, por la acumulación de la piel de nuestro conducto auditivo que se renueva periódicamente de forma natural.
- Perforación de la membrana timpánica: es lo que denominamos rotura de tímpano. Puede estar causada por un ruido muy fuerte, por un objeto extraño o por un cambio brusco de presión en los oídos.
- Otoesclerosis: consiste en el crecimiento anormal del hueso del oído.
- Otitis media: es la inflamación del oído medio.
- Cortipatías: son todas aquellas afecciones del llamado órgano de Corti, en el oído interno. Pueden ser de diversos tipos: acutrauma, presbiacusia y otros.
Causas extraóticas
Por otro lado, las causas extraóticas de los acúfenos son aquellas que, como su nombre indica, no guardan relación con un problema propio de nuestro oído, sino que son provocadas por factores ajenos a él.
Ejemplos de causas extraóticas
- Contractura cervical: es una de las causas más frecuentes de los acúfenos. Las cervicales son un elemento muy importante que se encuentra en contacto con nuestro sistema auditivo, por lo que una contractura en ellas puede tener un efecto negativo en nuestros oídos y provocarnos acúfenos.
- Insuficiencia circulatoria vertebrobasilar: el sistema vertebrobasilar se encuentra en la parte posterior de nuestro cerebro y contiene vasos sanguíneos que irrigan partes como el cerebelo, quien se encarga de factores como el equilibrio y la coordinación. Dado que el sistema auditivo mantiene una estrecha relación con el equilibrio, una insuficiencia circulatoria en el sistema vertebrobasilar puede afectar también al oído y causar acúfenos.
Sin lugar a dudas, los acúfenos pueden convertirse en un importante problema para la salud y reducir considerablemente la calidad de vida de quien los padece. Puesto que a menudo impiden descansar correctamente y desarrollar la vida con normalidad, por lo que es importante tratarlos lo antes posible.
Uno de los métodos más eficaces para solucionar este problema es mediante un tratamiento de , como el caso de la terapia Ototech. Esta consiste en la estimulación de las células dañadas del oído por medio de ondas electromagnéticas que reactivan el metabolismo de dichas células, logrando así su rehabilitación. De este modo, se consigue eliminar o reducir notablemente la percepción de los acúfenos y sus efectos. Se trata de una terapia indolora, no invasiva, sin efectos secundarios y que no impide continuar en ningún momento con nuestro ritmo de vida habitual.
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