Según la American Tinnitus Association, el acúfeno es uno de los síntomas auditivos más molestos e invalidantes que puede sufrir una persona, no sólo por las sensaciones físicas sino por las repercusiones psicológicas como la ansiedad, depresión, irritabilidad y falta de concentración, que pueden ocasionar.
El zumbido o ruido permanente en uno o ambos oídos puede llegar a desviar la atención hacia el acúfeno de tal manera que cualquier otra actividad que requiera concentración se convierte en una tarea muy difícil de realizar. La concentración es tan importante para estudiar, para el aprendizaje o para trabajar que si no se puede llevar a cabo con normalidad la persona puede sufrir un deterioro de sus actividades diarias y, en consecuencia, de su calidad de vida.
Por este motivo, las personas que presentan este trastorno, si sienten ansiedad o estrés tienden a concentrarse cada vez más en el acúfeno empeorando el síntoma y haciendo que se convierta en un problema de mayor gravedad. A pesar de que para muchos pacientes parece imposible revertir esta situación, existen técnicas que pueden remitir estas molestias consiguiendo incluso eliminar el acúfeno.
Cómo aumentar la concentración con acúfenos
La habituación progresiva y la desensibilización ante el tinnitus, así como la disminución de la ansiedad y el estrés, pueden conseguir una mejora en la concentración. Hay técnicas que pueden lograr que la persona, a pesar de seguir presentando el síntoma, pueda mejorar la concentración a fin de realizar las actividades de la vida diaria como estudiar, leer o trabajar con total normalidad.
Técnicas para la concentración
Descanso durante las tareas
Dormir suficientes horas y levantarse descansado mejora el nivel y la capacidad de atención y concentración. Una persona cansada o con sueño rinde peor en cualquier tarea que requiera implicación. Pese a que las personas con tinnitus suelen tener problemas de insomnio, ocasionado por un aumento de la intensidad de los ruidos, éste puede ser tratado, tanto a nivel farmacológico como natural (incluyendo ruido ambiental de fondo para evitar el silencio absoluto, por ejemplo).
Así mismo, conviene descansar cada 20 o 25 minutos durante las tareas que se realizan. Levantarse a estirar los músculos o levantar la vista del libro u ordenador para mirar por una ventana pueden ser pequeños descansos que ayudan a mejorar la concentración en lo que se está haciendo.
Realizar las tareas de aprendizaje con papel y bolígrafo
Al escribir las ideas, hacer resúmenes o exponer mediante una redacción escrita de nuestro puño y letra se realiza un esfuerzo mayor lo cual requiere necesariamente de toda nuestra atención y concentración. Emplearlo para estudiar es la mejor forma, ya que se considera que se pueden recordar mediante este simple método conocimientos a largo plazo.
Disminuir y gestionar el estrés
Mediante la práctica de ejercicio suave 20 o 30 minutos al día, se generan endorfinas que liberan el estrés y ayudan a concentrarse. La meditación es otra técnica que se puede utilizar a diario para liberar tensión y que mejora la concentración. Las técnicas de respiración también son pueden resultar efectivas.
Organización de tareas
Concentrarse se basa en dejar de atender muchas cosas para centrarse en una sola; por lo que debe contarse con una planificación previa. Para ello conviene:
- Saber el tiempo con el que se cuenta para cada tarea o actividad. No dejar las tareas para el último momento porque esto incrementa la ansiedad y baja el rendimiento.
- Realizar una tarea detrás de otra.
- Organizar los pasos de la tarea. Saber qué hacer en todo momento.
- Tener preparados los recursos materiales necesarios antes de empezar y realizar la tarea.
Se puede concluir que las personas con acúfenos pueden mejorar su capacidad de concentración poniendo en práctica técnicas que mejoran esta competencia así como su calidad de vida, para ser capaces de rendir como antes.
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