La audición es posible porque los sonidos, en forma de onda, pasan a través del oído hasta el tímpano, donde las ondas se convierten en señales eléctricas que el cerebro interpreta y traduce. Los daños en los oídos pueden afectar a la salud general del cuerpo puesto que éstos no solo permiten oír, sino que también controlan el equilibrio, ayudan a localizar sonidos y a posicionar el cuerpo correctamente.
La salud auditiva se puede ver afectada por elementos externos como exposición continuada a ruidos intensos, higiene auditiva incorrecta o uso continuado de auriculares. Los daños en los oídos pueden también ser causados por la edad, pero una mala salud auditiva puede desembocar en la aparición de molestas patologías como los acúfenos o tinnitus.
Recordemos que una de cada cuatro personas en España padece esta dolencia de forma transitoria pero, en algunos casos, los acúfenos se pueden trasformar en un problema crónico. Los tinnitus crónicos favorecen la pérdida de audición afectando tanto a hombres como a mujeres principalmente en la franja de edad de entre 30 y 50 años.
Las causas de aparición de problemas en los oídos y pérdidas de audición a largo plazo se encuentran entre actividades habituales en la vida diaria de todas las personas.
- Uso de auriculares: Es sabido que los auriculares pueden causar daños en los oídos, pero la mayoría de la gente los usa de manera habitual. Desde los adolescentes hasta los adultos utilizan los auriculares más de 60 minutos al día para aislarse del ruido exterior en la calle, en casa o en el trabajo. Utilizarlos más de una hora diaria y a un volumen elevado aumenta la aparición de acúfenos.
- Conducir con la ventanilla del coche bajada: Esta acción tan frecuente en verano puede causar daños en los oídos. El ruido que genera el aire que entra en el coche, así como la presión que ejerce el aire en movimiento en los oídos puede ocasionar lesiones auditivas.
- Consumo de fármacos: Se ha relacionado la aparición de daños auditivos y acúfenos al consumo de ciertos medicamentos habituales en todos los hogares. La automedicación con antiinflamatorios, derivados de aspirina o antihistamínicos puede asociarse a la disminución de la salud auditiva. Las personas propensas a padecer problemas en los oídos deben acudir a un especialista antes de utilizar cualquier fármaco tóxico.
- Limpiar la nariz: Las alergias, los resfriados o la gripe producen taponamientos de las fosas nasales. Estos taponamientos son muy molestos y se intentan solucionar mediante la expulsión de mocos por la nariz. Este gesto tan común como es sonarse la nariz puede producir perforaciones del tímpano si se hacen de una manera muy brusca. Antes de intentar expulsar el tapón es recomendable tratarlos con vapores que diluyan el moco espeso y lo despegue con facilidad de las vías respiratorias. De esta manera, mejorarán tanto la congestión como la salud auditiva.
- Uso de bastoncillos: En ocasiones, la acumulación de cerumen en el oído externo puede resultar molesta. Tradicionalmente se han utilizado bastoncillos de algodón o hisopos para intentar eliminar el cerumen, pero más que limpiar lo que se consigue es arrastrar el cerumen hacia el oído medio causando tapones y problemas de oídos.
- Mala alimentación: el alcohol, la nicotina, la cafeína o el azúcar son sustancias tóxicas que se consumen habitualmente y que están relacionadas con la aparición de acúfenos y patologías derivadas de la destrucción de células ciliadas del oído interno.
En el momento que surja un problema en los oídos o se reduzca la audición es fundamental acudir a un especialista. Pide cita en tu centro auditivo y te ayudarán a prevenir daños en los oídos y mejorar la salud auditiva.
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